TRES TRISTES 2.0

El proyecto prueba una metodología de recuperación de repertorios como alternativa viable para el sector de la danza contemporánea en un contexto de crisis sanitaria y económica que ha tenido un impacto especial en la danza. Esto ha dificultado la distribución de proyectos de nueva creación debido a la superposición de la distribución de los mismos, que se han visto afectados por reprogramaciones de temporadas previas debido a la pandemia.

El proyecto se basa en recuperar una pieza de repertorio de una de las compañías más reconocidas e importantes de Cuba, Danza Teatro Retazos, a través de la "Arqueología de la Danza". La pieza original en la que se inspira esta nueva versión es "Tres Tristes Tres", creada en el marco del Festival Habana Vieja Ciudad en Movimiento por el coreógrafo Miguel Azcue junto a Kirenia Martínez, quien entonces comenzaba su carrera como intérprete dentro de esta compañía.

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La creación de esta actual "TRES TRISTES 2.0" conecta y coincide en cierta medida con las necesidades particulares en las que fue creada la versión original. Crear una pieza como pretexto del reencuentro de un coreógrafo y una bailarina después de 20 años, una versión 2.0. La decisión de mantener el estilo y estética de los años 90 permitió a los nuevos intérpretes explorar en la libertad y juego a la hora de crear sin tener que desarrollar una base conceptual ex novo, sino con la disposición al juego espontáneo, siguiendo impulsos, imágenes y dinámicas comunes de la memoria. Este afán de recuperar a partir de la memoria grupal y colectiva una pieza de hace 20 años sirvió para lanzar un amplio diálogo sobre el valor de la recuperación de repertorios.

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Durante el proceso de investigación reaparecieron ideas, intereses compartidos y puntos de vista individuales que llevaban en sí la esencia de la estética y filosofía de la antigua compañía. El labor creador de Isabel Bustos, directora de la misma durante más de 30 años y que creó un sello propio y reconocible en muchos creadores y coreógrafas que hoy desarrollan un trabajo artístico propio en diferentes lugares del mundo, una escuela de aprendizaje y experimentación donde la poesía, la magia y la visualidad se entrelazaban con una fisicalidad cotidiana, próxima a la experiencia del espectador no experto.

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Pero el proyecto no se resume solo en una nueva puesta en escena actualizada de una pieza antigua de danza contemporánea, sino que quiere abrir la reflexión sobre esta metodología de la "Arqueología del movimiento" a los públicos por su alto valor cultural y es por eso que documentamos en paralelo a la producción todo el proceso creativo con las actuales herramientas y recursos que nos ofrecen los avances de la comunicación digital de los nuevos y pospandémicos años 20. Mostrará conversaciones entre gente que no coincide hace décadas, dudas metodológicas, el esfuerzo y las conexiones de la memoria corporal a largo plazo, y si es y cómo es posible acceder a la misma. Traemos al primer plano de la escena el pocas veces visibilizado proceso anterior a la Danza y la complejidad de un proceso de recuperación de movimiento.

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"Tres Tristes 2.0" es una pieza que busca explorar la alquimia repertorial de la tradición propia de la compañía Danza Teatro Retazos, rescatando materiales antiguos de pezas como La casa de María, Mujeres, Rosas y Herencias, Peces en las manos y Tres tristes tres, que habían sido olvidados por los bailarines que las estrenaron hace dos décadas.

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Además, la obra también se enfoca en temáticas universales como la soledad, el encuentro, la pertenencia, el absurdo, la belleza, el grotesco, el misterio y la poesía. La pieza reflexiona sobre qué sucede cuando olvidamos una coreografía que no fue documentada en un soporte visual, cómo una bailarina puede recoger la testigo coreográfica de otras anteriores y cómo recordamos aquellos movimientos antiguos.

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La mecánica poética de un movimiento perdido es otra de las preguntas que se plantea Tres Tristes 2.0, y cómo podemos recuperar los movimientos perdidos es otra de las cuestiones que se abordan en la obra. En definitiva, la pieza es una reflexión sobre la memoria, la tradición y la continuidad de la danza, y sobre cómo podemos rescatar y mantener vivas las obras del pasado.